La primera ruta sensata hacia la conectividad IoT




El Internet de las cosas (IoT) se basa en tres pilares tecnológicos: hardware, software y conectividad. El hardware proporciona la funcionalidad necesaria para la habilitación y la conectividad de IoT. El software computa y visualiza los datos entrantes, haciendo que la información sea digerible. Estos dos aspectos del IoT han existido de forma optimizada, industrial, estable, de alta calidad y asequible durante décadas. Sin embargo, lo que sigue impidiendo que el IoT desarrolle todo su potencial es la forma en que los dispositivos IoT adquieren su conectividad.

Los Desafíos de la Conectividad IoT

Hasta ahora, la conectividad IoT ha procedido de una serie de enormes y potentes operadores de red cuyo principal negocio consiste en conectar teléfonos móviles de consumo. Estos operadores han establecido un sistema que sirve a los usuarios de teléfonos inteligentes, con contratos y departamentos internos que giran en torno al mercado de consumo. Hace una década, la mayoría de estas grandes empresas no podían imaginar que el IoT creciera tanto y tan rápido como lo ha hecho, por lo que estos operadores de red tardaron años en comprometerse con la esencia de la habilitación del IoT, y nunca llegaron realmente al punto en el que "hablaran el idioma" como nativos del IoT.

Al principio, estos grandes operadores de redes móviles (ORM) fijaban el precio de la conectividad IoT entre 1 y 3 euros al mes, con cuotas de consumo de datos de 1MB a 2MB. El coste de los primeros y el tamaño de los segundos no se ajustaban a las aplicaciones industriales de IoT. Como en aquel momento no existían otras opciones de conectividad para los dispositivos IoT, sus fabricantes tuvieron que sacar lo mejor de la situación. Además, los dispositivos de estos fabricantes se enviaban sin tarjetas de módulo de identificación del abonado (SIM). Como los clientes suministraban las tarjetas que proporcionaban la conectividad, los fabricantes de dispositivos no podían probar la configuración final de funcionamiento de sus productos, lo que mermaba la confianza.

Los operadores de redes móviles tradicionales han tenido problemas con las necesidades de conectividad y los requisitos empresariales del IoT porque difieren mucho de su actual modelo corporativo, que atiende más bien a clientes individuales. Llega 1NCE, la primera empresa que cambia el panorama de la conectividad para los fabricantes de IoT. 1NCE es una empresa nativa del IoT, no una que se haya introducido en el IoT como actividad secundaria. En todo el mundo, 1NCE es el primer operador de IoT que ofrece conectividad verdaderamente nativa de IoT en un producto de tarjeta SIM. 1NCE sabe cómo deben comportarse los productos IoT, cuánto debe costar la conectividad IoT y cómo abrir el mercado a miles de millones de conexiones IoT. Al mismo tiempo, 1NCE ofrece a los ORM tradicionales la oportunidad de colaborar en este nuevo mercado, aprovechando el conocimiento del mercado de 1NCE y la escala global de los ORM para alcanzar un beneficio mutuo que mejore el mercado en general.

Para entender la diferencia entre lo que ofrece 1NCE y cómo funcionaban las antiguas normas de IoT, piense en los contratos de conectividad de consumo que tenían que firmar los adoptantes de IoT. Estos contratos debían renovarse cada uno, dos o tres años. Cualquier adoptante de IoT que gestione decenas o incluso cientos de miles de dispositivos sabe que estas renovaciones de conectividad generan un proceso lento, caro e ineficiente en dispositivos que habitualmente duran una década o más.

La Revolución de 1NCE en la Conectividad IoT

Por el contrario, 1NCE ofrece contratos que se sincronizan con la vida útil de los dispositivos IoT: 10 años, con opciones de añadir otros 500 MB/250 SMS para productos más duraderos.

Otra gran diferencia entre las ofertas de 1NCE y la conectividad tradicional radica en el coste del contrato. 1NCE cobra 1 euro al año por un contrato de 10 años. Con la conectividad de consumo, ese contrato podría costar 10 o 15 veces más que el servicio de 1NCE. Con precios tan altos, muchos casos de uso que de otro modo serían válidos dejan de considerarse inmediatamente. Con 1NCE, sin embargo, un contrato de 10 años con 500 MB de datos permitidos significa que se puede utilizar un sensor por tan sólo 2 céntimos al mes por 1 MB de datos mensuales, y estos costes aumentan con el despliegue de dispositivos.

1NCE es el primer operador de IoT del mundo que ofrece conectividad IoT con tarifa plana, sin los problemas de limitación de datos que afectan a la atención al cliente en el uso convencional de datos IoT. En un plan iot, el 80 % de los problemas de atención al cliente se centran en la facturación. Los clientes de IoT con muchas conexiones obligan a los operadores a realizar un esfuerzo considerable para encontrar y corregir errores de facturación. Todas las complejidades de la conectividad IoT desaparecen con el plan sencillo y de sentido común de 1NCE: un contrato de 10 años con una tarjeta SIM y 500 MB de datos.

Cuando muchos fabricantes se enteran de los planes y precios de 1NCE, reaccionan con incredulidad. Cuando descubren que 1NCE es la nueva realidad, se entusiasman al ver cómo -y cuánto- pueden ampliar su conectividad IoT. Ahora que 1NCE está aquí, el IoT puede alcanzar todo su potencial.